¡Niña mala!
-¿Me perdonas si te doy un beso? -me apena que, por primera vez en tu vida, ames de verdad a alguien y que ese no sea yo. -No, no es amor – repitió moviendo la cabeza -. Es más complicado que eso, una enfermedad más bien, ya te he dicho. Me hace sentirme viva, útil, activa. Pero no feliz. Es como una posesión. No te rías, no bromeo, a veces siento que estoy poseída por Fukuda. Travesuras de la niña mala (Mario Vargas llosa) Tu también habías sido eso para mí, me habías atormentado con las mismas palabras. Casualmente encontré una similitud de tus confusiones en el libro. Te había encontrado nuevamente y había vuelto a vivirte, a respirarte y a pensar que algún día en cualquier momento quizás llegaras a necesitarme. *¿Esos son síntomas de que estoy enamorado? Inconscientemente te había visto en cada palabra, en cada letra, había reído y estrellado el libro en algún momento, porque eras tú, tú estabas allí. Habías sido ese personaje torturador, inescrupuloso e inconf