A mi inocencia puta:

La más perra de tus recuerdos se ha venido a sentar al costado mío, alzando las piernas y coqueteando a mi razón. Como por acción voluntaria decidí dejar de lado tu vida puritana y mis infiernos, creo he sobrepasado el limbo de los pecados que no he vivido y que he dejado de llevar por ti.

A veces creo que solamente existes porque te creo a diario en el subconsciente de mi inocencia y de mi idiotez, pero solamente existes cuando no tengo coraje, cuando el temor se desnuda por mi frente y se convierte en dos gotas que caen al mismo tiempo, Temblorosas y rebosantes de tristeza, una detrás de otra. Son gotas que se empañan en mis labios, Marchitando y salando los besos que se quedaron guardados en tu boca.

Hoy puedo decirte con toda la autonomía ficticia que me da mi soledad a diario que estoy viviendo nuevas conductas de valentía, algo que antes no me dabas…¡malditos remordimientos!. Así que no me pidas que te todo cuando no piensas darme nada, porque al final seré tu veneno y tu furia.

Bienvenida hipocresía, porque ya gane apuestas y perdí prestigio y al verte fingiré con una tétrica sonrisa que ya no eres parte de mi vida. Inocencia te espero a la vuelta de la esquina.

Atte: Nora Martell

Comentarios

Entradas populares de este blog